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Polipropileno: contribución a la reducción de CO2 en sistemas de tuberías 

En la actualidad, la preocupación por el cambio climático y sus consecuencias se ha convertido en una prioridad global. Uno de los aspectos fundamentales para minimizar el impacto del desarrollo empresarial en el medioambiente es la compensación de la huella de carbono. 

La reducción de las emisiones de gases invernadero procedentes de la actividad empresarial es hoy un objetivo central para las corporaciones, no solo por la presión pública y regulatoria, sino también por el compromiso genuino de contribuir a un futuro más sostenible. Cada vez más, las empresas son conscientes de que su actividad económica tiene un impacto significativo en el medio ambiente y reconocen la importancia de tomar medidas responsables para mitigar este efecto. 

En este artículo vas a conocer: 

  1. La compensación de la huella de carbono y su repercusión en la actividad empresarial 
  2. Cómo se calculan las emisiones de Co2 
  3. Estrategias de reducción de emisiones 
  4. La contribución del PPR a la reducción de Co2 
  5. Proyecto de compensación: Zero emisiones  

La compensación de la huella de carbono y su repercusión en la actividad empresarial 

La Reducción Certificada de Emisiones (RCE) es un mecanismo que permite a las empresas cuantificar, verificar y certificar las reducciones de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) generadas por sus acciones de mitigación. Este proceso se lleva a cabo a través de proyectos específicos que implementan medidas para reducir las emisiones de GEI, como la adopción de tecnologías más limpias, la eficiencia energética o la gestión de residuos. Este tipo de proyectos, en los que ABN hemos elegido la compensación a través de la plataforma de la ONU,aseguran un doble beneficio: por un lado, disminuir el número de emisiones y, por otro, mejorar la calidad de vida de las comunidades locales, mediante la creación de puestos de trabajo y la mejora de los servicios básicos.  

Además del impacto positivo para el medioambiente, esta práctica reporta grandes beneficios a las propias instituciones y empresas:  

  • Mostrar un compromiso claro con la sostenibilidad y el cuidado del medio ambiente resulta en una mejor reputación y, en consecuencia, en una ventaja competitiva y un mecanismo de fidelización de clientes. 
  • Cumplir con requisitos legales y normativos, ya que en muchos países y jurisdicciones existe una regulación cada vez más estricta en relación con las emisiones de gases de efecto invernadero. 
  • Ahorro de costes gracias a la eficiencia energética.  
  • Fomento de la innovación y la investigación a través del desarrollo de tecnologías más limpias y productos más sostenibles. 

Cómo se calculan las emisiones de CO2 

La huella de carbono se calcula midiendo las emisiones de gases de efecto invernadero (principalmente dióxido de carbono) que son causadas directa o indirectamente por una persona, organización o producto.  

Estas emisiones se miden en toneladas de CO2 equivalente (tCO2e). Dichas emisiones pueden ser directas, como el uso de combustibles fósiles para generar electricidad, o indirectas, como las derivadas de la producción y el transporte de productos.  

Una vez identificado el tipo de emisiones que se producen, se puede calcular la huella de carbono y compararla con un estándar o un límite establecido. Para ello, existen varios métodos: 

  • Método basado en el consumo de energía: consiste en calcular las emisiones de CO2 en función del consumo de energía de la empresa. Se utilizan datos de facturación de electricidad, gas natural u otros combustibles para determinar la cantidad de CO2 liberado durante su uso.  
  • Método basado en la producción: se cuantifican las emisiones de CO2 asociadas a los procesos de producción y a las actividades operativas de la empresa. Se consideran las emisiones directas procedentes de fuentes estacionarias (como calderas o generadores) y las emisiones indirectas generadas por la adquisición y uso de combustibles y energía. 
  • Método basado en el inventario de gases de efecto invernadero (GEI): consiste en realizar un inventario completo de las emisiones de gases de efecto invernadero de la empresa. Además del CO2, se incluyen otros gases como el metano (CH4) y el óxido nitroso (N2O). Este enfoque se alinea con el Protocolo de Gases de Efecto Invernadero, que proporciona directrices reconocidas internacionalmente. 
  • Cálculo de huella de carbono a través de herramientas y software específico: Estas herramientas recopilan datos sobre el consumo de energía, los desplazamientos de los empleados, la generación de residuos, entre otros. Algunas de las más populares son GHG Protocol Corporate Standard, ISO 14064 y la calculadora de huella de carbono del Carbon Trust. 

Para llevar a cabo este cálculo, es necesario que la recogida de datos se haga de manera muy rigurosa y precisa. Por lo tanto, es recomendable contar con profesionales especializados o consultores en sostenibilidad ambiental para garantizar la calidad y exactitud de dichos cálculos. 

Además de esta medición inicial, es importante continuar realizando análisis periódicos y establecer un seguimiento continuo para evaluar el progreso y los resultados de las acciones de reducción y compensación implementadas por la empresa. Esto permitirá identificar oportunidades de mejora y ajustar las estrategias según los resultados. 

Estrategias de reducción de emisiones 

Existen diversas estrategias que pueden contribuir a reducir las emisiones de gases contaminantes y lograr los beneficios derivados de implementar medidas reales y medibles en las empresas:  

  • Eficiencia energética: identificar y aplicar medidas que permitan utilizar la energía de manera más eficiente en las instalaciones y procesos de la empresa, así como implementar sistemas de gestión energética. 
  • Energías renovables: instalar sistemas de generación de electricidad como paneles solares o turbinas eólicas para abastecer parte o la totalidad de su demanda energética.  
  • Cadena de suministro: trabajar con proveedores y socios comerciales para reducir conjuntamente las emisiones de CO2 en la cadena de suministro. Esto implica evaluar y seleccionar proveedores comprometidos con la sostenibilidad, fomentar prácticas de transporte eficientes y reducir el impacto ambiental en cada etapa del proceso de suministro. 
  • Movilidad sostenible: promover prácticas de movilidad sostenible para el transporte de mercancías.  
  • Procesos y gestión de residuos: adoptar tecnologías limpias, optimizar la producción y el consumo de materiales e implementar programas de gestión de residuos, incluyendo el reciclaje y la reutilización. 
  • Sensibilización y capacitación: fomentar la conciencia ambiental entre los empleados y capacitarlos en prácticas sostenibles. 
  • Creación de productos innovadores con características enfocadas al cuidado del medioambiente por los materiales que emplean. 

El polipropileno para lograr el Zero CO2 

El polipropileno se ha convertido en una opción sostenible que contribuye a la reducción de las emisiones de CO2, ya que destaca por su bajo impacto climático en comparación con otros materiales: 

Estas son algunas razones que le convierten en una buena elección: 

  • La eficiencia energética en su fabricación: las tuberías de polipropileno requieren menos energía en comparación con otros materiales, como el acero o el cobre. 
  • Su transporte tiene una menor emisión de CO2: el polipropileno es un material liviano, lo que se traduce en menor peso y volumen de las tuberías. Esto implica que se requiere menos combustible y energía para transportar las tuberías en comparación con otros materiales más pesados. 
  • Tiene una vida útil prolongada: las tuberías de polipropileno son conocidas por su durabilidad y resistencia a la corrosión. Estas características permiten una vida útil prolongada de las tuberías, lo que significa que no necesitan ser reemplazadas con tanta frecuencia como otros materiales. Esto reduce el consumo de recursos y energía necesarios para fabricar y transportar nuevas tuberías. 
  • Es reciclable. Al final de su vida útil, puede ser recolectado, reciclado y utilizado para producir nuevos productos, por lo que contribuye a reducir la demanda de materias primas y la producción de nuevos tubos. 

Proyecto de compensación: Zero CO2 

El sector de la construcción es responsable del 39% de emisiones de dióxido de carbono que se generan en el mundo, resultado de los procesos de obra, transporte y fabricación de materiales.  

Por eso, algunas empresas del sector han comenzado a generar sus propios proyectos de compensación de emisiones de CO2 para reducir su huella de carbono, como planes de reforestación, de captura y almacenamiento de carbono, o inversión en nuevos modelos de producto innovadores con materiales sostenibles.  

Es el caso de ABN y su programa Zero Co2, una iniciativa pionera en el sector a través de la que ofrece a sus clientes la posibilidad de suministrar sus productos neutros en carbono. Esta compensación del material para una obra concreta se realiza través de la plataforma para la compensación de la huella de carbono de las Naciones Unidas. 

Así, se pone en valor un cambio de comportamiento entre colaboradores, clientes y socios, lo cual a su vez tiene un efecto multiplicador en el resto de la sociedad. Para ser parte del programa ABN Zero CO2, hay que seguir los siguientes pasos: 

  1. Adhesión al plan ABN// Zero CO2 con un proyecto concreto cubriendo el formulario. 
  2. Suministro de los materiales para el proyecto. 
  3. Cálculo de la huella ambiental del material suministrado. 
  4. Emisión de un certificado de compensación por las toneladas de CO2 calculadas. 

Con este proyecto se promueve que, si una persona, organización o producto no puede reducir sus propias emisiones de manera suficiente, puede compensarlas mediante la inversión en proyectos que reduzcan emisiones en otro lugar. En concreto, ABN lo hace a través de dos proyectos: Programa de Salud Pública DelAgua en África Oriental y Proyecto de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero de Hidroeléctrica La Confluencia S.A. 

¿Qué beneficios proporciona que un producto disponga de ambas acreditaciones C2C y EPD? 

Además de todo esto, existen varias credenciales y mecanismos que pueden ayudar a las empresas a compensar su huella de carbono. Una de ellas es la certificación del estándar Cradle to Cradle, reconocida a nivel mundial, que impulsa la sostenibilidad y seguridad de los productos de innovación para la economía circular evaluando los aspectos de diseño y fabricación para garantizar que tienen un impacto positivo en nuestro entorno. Se trata de una acreditación relevante si también se quiere recibir un certificado de construcción sostenible como LEED, WELL o BREEAM, otorgando puntos para estas certificaciones.     

Otra de ellas es la Declaración Ambiental del Producto (EPD), que proporciona un perfil ambiental fiable, relevante, transparente, comparable y verificable de un producto, permitiendo destacar aquellos que son respetuosos con el medio ambiente. Este informe se basa en el ciclo de vida (ACV) del producto conforme a normas internacionales y datos ambientales cuantificados. Se elabora conforme unas reglas de categorías que aseguran unos criterios coherentes para cada producto.  

En conclusión, la reducción de la huella de carbono se ha convertido en una prioridad cada vez más urgente para las empresas, conscientes de su importante papel en la lucha contra el cambio climático y la promoción de la sostenibilidad. Además, al comprometerse con certificaciones, programas de compensación y estándares reconocidos internacionalmente, las empresas pueden demostrar su compromiso y generar confianza entre los consumidores y la sociedad.  

La reducción de la huella de carbono no solo es un imperativo ambiental, sino también una oportunidad para las empresas de liderar el camino hacia un futuro más sostenible, donde la rentabilidad económica se combine con la responsabilidad ambiental.